Hace unos días me pidieron hacer un reaction clip sobre el dinero y después de ver la entrevista que me mandaron me hizo reflexionar sobre el momento que estamos viviendo. Realmente nos hemos convertido en una sociedad tan fría y sin sentimientos que solo nos preocupa demostrar que somos mejores que los demás a golpe de talonario.
No hace mucho tiempo tuve un intercambio de opiniones con una persona de mi entorno en la cual yo trataba de explicarle que me importaba por lo que era y no por lo que pudiera tener, tras unos minutos acalorados desistí en intentar defender mi postura porque me di cuenta de que lejos de creerme o al menos tratar de comprender mi perspectiva, la parte contraria estaba tan segura y tenia tan interiorizado no tener nada que ofrecer al mundo sino tenia una buena posición económica que me dejo sin argumentos.
Esta situación me hizo pensar si realmente yo me había quedado anclado en valores antiguos por no decir viejos y que quizá debería comenzar a ver el mundo con otros ojos, nunca es tarde o eso dicen. Mientras estudio esa decisión no voy a negar cuan apenado me sentí y cuan agradecido estoy a que generaciones anteriores me dieran al menos la oportunidad de ver la vida desde la perspectiva de eso “la vida” y ademas tuvieran la generosidad de darme a mi la posibilidad de elegir a que dar importancia.
Donde hemos dejado los valores que nos han traído hasta aquí, me aburro de escuchar a la gente decir que provienen de entornos humildes, como si eso fuera una excusa para convertirse en aves de rapiña capaces de hacer cualquier cosa por conseguir sus metas aunque esta solo sea superar al prójimo. Me sorprende la rapidez con la que se han olvidado que las raíces están para recordar que lo importante es el camino andado y que lejos de lo que pudiera parecer, hemos sido capaces de superar obstáculos que en algunas ocasiones parecieron insalvables y no para escudarnos en ellas y usarlas como un arma para excusar ser lo que no nos enseñaron a ser.
Este mal entendido en el aprendizaje esta llevando a mucha gente a basar su autoestima en el poder adquisitivo, entiendo ahora el porque cada vez se llenan mas las consultas de los psicólogos. Obvio que a todos nos gusta tener una posición acomodada pero de ahí a pensar o ser capaces de decir que sin dinero no somos nada creo que que es un insulto a la propia vida y que los fomentadores de la deshumanización de la sociedad están consiguiendo su fin.
No creo que esta entrada de para mucho mas que hacer un alto en el camino en nuestra batalla por conseguir nuestro siguiente capricho o juguete, pero si de alguna manera sirve para que nos paremos a pensar un poco que quizá no estaría de mas enseñar a nuestros pequeños que existen cosas que el dinero no puede comprar y que por mucho que de este tengamos no es sinónimo de felicidad para algo habrá servido, de igual modo que si a alguien le hace recordar algún principio olvidado.
No es más rico el que mas tiene sino el que sabe lo que necesita para ser feliz.
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