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Me sorprende la gente cuando me hablan de sus parejas porque todos hablan de sus cualidades, su forma de cocinar, sus ojos, su culo, sus tetas, lo buen amantes que son. La verdad es que me parecen cosas a tener en cuenta aunque cuando me paro a pensar en la persona que me gustaría tener al lado pienso, coño esas cosas sino lo encuentras en unos lo encontraras en otras. Algo de bueno tendrán que tener los pobres ademas de ser capaces de soportarnos que debería considerarse otra cualidad casi una virtud si pongo de ejemplo algunas de las personas que conozco.
¿Y el silencio?
A mí lo que más me gusta es el silencio, ese momento en el que dos personas pueden estar juntas sin decirse nada, simplemente disfrutando de la compañía del otro. El momento en el que puedes estar dedicado a cualquier cosa y te gusta simplemente saber que esta ahí, igual es algo así como saber que tienes a alguien a quien puedes ignorar y no le importa que lo hagas, ¿no?.
Sea como sea creo que ese es el principio del fin cuando tomas conciencia de que te sientes acompañado, ese instante en el que sabes que has conectado con otra persona sin necesidad de palabras y te puedes relajar. Con esto no quiero decir que tengas que tener una pareja a la que no le dirijas la palabra o con la que no te comuniques no me mal interpretéis, es importante e imprescindible una comunicación fluida entre dos personas.
Pero poder seguir siendo tú sin la necesidad de captar la atención de otro en todo momento creo que es una de las situaciones más bellas que podemos tener. Y quizá es también cuando comprendemos que escuchamos para entender y no para responder.
Existe el silencio sin soledad.
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