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Hoy era un día importante, después de algún tiempo preparando la presentación de un nuevo producto para la marca, por fin, iba a realizar todo el material audiovisual incluidas la fotos para salir con mi mejor aspecto en la redes, creando así un toque de profesionalidad y confianza para mi publico.
Cuando me he despertado me he sentido un poco incomodo, pero yo lo he achacado a los nervios del día tan duro que tenia por delante, ya desde muy temprano tenia cosas que hacer. Aunque no me apetecía despegarme de las sabanas sabia que no me quedaba más remedio, así que, aun con la vista nublada he llegado hasta el baño. Mientras miccionaba, algo mucho mas importante que el primer café de la mañana al menos para mi, me estaba viendo reflejado en los azulejos y han saltado mis alarmas, a ver casi todos nos levantamos alguna vez con mala cara, pero me he dicho que igual no acaba de enfocar bien la vista.
Como soy una persona previsora he comenzado a rezar aun a costa de ser sacrílego porque aun no había terminado este acto tan humano. Armándome de valor me he acercado al espejo para ver bien mi reflejo, WTF, un flemón, un puto flemón. Tal ha sido el impacto, que me he sentado en la taza del vater tratando de ordenar mis ideas, que iban entre las mas catastrofistas hasta las mas psicopatas. Voy a ahorrar la retahíla de improperios que he soltado, porque alargaría mucho el texto.
Ese reflejo en el espejo como si fuera un hámster que acaba de comer una bolsa de pipas, una sesión de fotos a la que enfrentarme y un montón de gente viéndome. ¿Que hago?, ¿llevar todo el día el palo de una piruleta en la boca?, ¿cubrirme la cara con una mano haciendo poses interesantes?, obvio mientras ladeo la cabeza para que parezca que guiño un ojo que ahora se ve mas pequeño por la inflación . ¿Acaso el destino esta dando algún tipo de señal y por ser lunes llega en el último momento?
Y mientras recordando, dicen que no hay mal que por bien no venga.
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