Desde hace décadas el crecimiento exponencial de la cirugía estética a ido en incremente hasta llegar a convertirse en algo cotidiano, quizá los cánones de belleza establecidos han ayudado mucho a este hecho, la lucha contra el envejecimiento o simplemente para elevar la autoestima de muchos también puede ser una razón. Así como antes después de una ruptura amorosa la gente se apuntaba al gimnasio ahora optan por los arreglos estéticos, por aquello del ahorro de tiempo, seguramente con la esperanza de conseguir la misma velocidad en nuestra mejora física que en nuestros sentimientos.
Aunque por ahora a nuestro “corazón” no podemos hacerle nada estético, es verdad que en algunos casos mejora con el uso de Botox, toxina botulinica maravillosa que comienza a parecer el ungüento amarillo que para todo vale, así que si podemos ralentizar los latidos porque no el paso del tiempo y es cierto que tanto elevar la cola de la ceja, evitar arrugas en la frente, un aumento de senos o unos labios sensuales puede amortiguar que no reparar con una tirita un “corazón partio”.
Así como antes de la 2ª guerra mundial el éxito lo obtuvieron la venta de barras de labios roja como un capricho que en tiempo de escasez se podían dar las mujeres consiguiendo tener algo de lujo que no acabara con su economía, este fenómeno que se denomino “efecto lipstick” y que para muchos no tiene ninguna base ni científica ni económica, fue un fenómeno que también vivimos después de los atentados del 11M y se ha comprobado que en tiempos de crisis como motivación psicológica a las personas nos gusta vernos mas atractivos. Igual es por aquello de que la procesión se lleva por dentro y nadie tiene porque darse cuenta.
En esta ultima crisis vivida ha sido el maquillaje para los ojos el que ha obtenido el crecimiento, algo obvio puesto que era lo único que se nos veía a todos y quizá de ahí también, crecieron los tratamientos para párpados caídos que si han sido de disfrute unisex.
Ademas de preocuparnos de los ojos que era una tortura porque al ser lo único que podíamos mostrar a los demás, ya que cualquier defecto se hacia más evidente; no solo teníamos la mirada triste sino también caída y arrugada. Durante el tiempo que hemos tenido que llevar la mascarilla tanto hombre como mujeres comenzaron a rellenarse los labios con acido hialurónico aprovechando que no los tenían que mostrar recién pinchados y podían disfrutar después del resultado como si siempre hubieran sido los de una estrella de cine.
Siempre se ha buscado la belleza pero entendemos que después de que se nos haya demostrado que en cualquier momento se puede acabar la vida tal y como la conocemos muchas personas han comenzado a dar todavía mas importancia a verse bien, entendiéndolo mas como signo de bienestar. Algo comprensible para muchos de nosotros que pensamos que así no tengas nada que hacer ni a donde ir, levantarte por la mañana y verse guapo en el espejo era lo mejor que podía ocurrir, así el mundo ardiera a tu alrededor estabas regio por ende las cosas no estaban tan mal aunque notaras el calor de las llamas.
Tal vez para muchos es un signo de frivolidad pero que sentido tendría hacer deporte y mantener una alimentación sana y no cuidar nuestro rostro o colocar en su sitio partes del cuerpo que con el paso del tiempo han perdido su posición natural.o cambiar algo que la naturaleza no nos ha ofrecido pero la ciencia pone a nuestro alcance.
Así como las obras de arte la belleza no tiene precio y aunque como dicen la belleza esta en los ojos de quien mira. En este caso lo más importante es nuestra perspectiva y cómo la mirada es nuestra todos tenemos que darnos la oportunidad de estar a gusto con nosotros y disfrutarnos tal y como nos gusta vernos sin importarnos lo que los demás digan. No obstante hay que agradecer a muchos profesionales de la estética su capacidad de vernos de un modo objetivo y poner serenidad en nuestra autocompetencia aun a costa de anteponer su criterio a su economía.
La obra de arte mas valiosa que existe eres tu.
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