Digo lo que quiero

Ayer se celebro el día de la libertad de prensa y por ende de expresión derecho por el que se ha luchado desde la antigüedad y que aun hoy en día sigue costando la vida a muchos. Tal vez por vivir en un país donde se encubre una censura con una sensación de falsa libertad, creemos que no existe ningún tipo de traba a la hora de acceder a una información fidedigna y veraz y lo mas importante que esta sea dada en tiempo y forma para que de ese modo se pueda prever consecuencias y en la mayoría de los casos poner remedio a asuntos que pasado el tiempo nos pueden traer de cabeza.

Obviamente ante la demanda e inquietudes por parte de la población que comenzaban a reclamar el conocimiento al que tienen derecho y puesto que la cantidad de perspectivas y velocidad de la información en un tiempo donde todos somos periodistas cada vez resulta mas problemático para el poder establecido encubrir acciones reprobables y/o denunciables. Para ello han aprovechado un arma del que no todos han tomado conciencia, lo que toda la vida se han llamado chismorreos y que era nuestro deporte ya en la época de los mentideros.

Han intentado hacernos creer que poder criticar e insultar los demás es libertad de expresión y que la libertad de prensa no es ni mas ni menos que la posibilidad de airear los trapos sucios de cualquiera como si ello nos fuera a resolver alguno de los conflictos que podamos tener para de ese modo ocultar la información real que realmente es perjudicial y en muchos casos conlleva consecuencias nefastas para todos nosotros.

Muchas personas han pensado que ese poder de critica y destrucción les pertenece y haciendo negocio o no lo han tomado como suyo pensando y en muchos casos estando en lo cierto de que es un derecho que les pertenece y porque no aprovechándose de el así sea para conseguir sus 15 segundos de fama.

Pero no, la realidad es que hablamos de un tema más serio. Hablamos de que independiente de la tendencia sexual de un dirigente cosa que nos la trae al pairo, si que tenemos derecho a saber si esta realizando bien su trabajo y realmente esta mirando por nuestros intereses y siendo productivo en el cargo que se le ha dado y por el que se le esta pagando.

Hablamos de que no podemos permitir que pongan una cortina de humo a un conflicto bélico que puede repercutir en nuestro bienestar poniendo como escudo dónde pasa sus vacaciones el responsable o si aparece bien vestido en sus apariciones.

Nos referimos a quien decide la importancia de una noticia y lo mas importante a quien beneficia esa importancia y que uso esta haciendo de tener la posibilidad de elegir que mostrar o qué esconder.

Podríamos llenar paginas de ejemplos, por eso creo que deberíamos dejarnos ya de mamarrachadas y de preocuparnos tanto de la vida ajena y comenzar a pensar en que si de verdad tenemos un derecho también tenemos una responsabilidad y en intentar hacer un uso verdaderamente interesante de el.

A veces nos olvidamos que la prensa es el 4ª poder